Sólo necesitaremos una vela morada, que simboliza duelo, una vela blanca y un poco de aceite de la Pasión.
Comenzaremos el Jueves Santo: tomamos la vela morada y la uncimos con el aceite de la Pasión, desde abajo hacia arriba con la mano izquierda. La encendemos y repetimos tres veces esta oración:
En este día de pena y dolor,
Que se aleje de mí y de los míos,
Todo lo que no sea Paz y Amor
Y dejamos que la vela se consuma.
El Domingo de Pascua, por la mañana, encenderemos la vela blanca y la unciremos con Agua bendita, de abajo hacia arriba, siempre con la mano derecha. La colocaremos en un lugar oscuro hasta que se seque y, cuando anochezca la encenderemos y, mirándola diremos tres veces esta oración:
En este día de Gloria,
En estas horas de alegría,
Que todo lo malo de mí se aleje,
Y no me falte salud, dinero y alegría.
Dejaremos que la vela se consuma, y así, atraeremos todas las energías positivas dejando atrás las negativas