Desde siempre ha existido la creencia en cuanto a la existencia de los espíritus, ya sean buenos como malos, por lo que los rituales para expulsarlos y estar tranquilos no constituye una novedad.
Es importante destacar que el hecho de espantarlos, es una manera de evitar daños y rupturas de la tranquilidad y la seguridad.
Una acción comúnmente conocida para espantar a los espíritus es tirar sal hacia las espaldas de uno, al mismo tiempo que se dice: mi deseo es que desaparezcan los malos espíritus.
Un conjuro más potente para espantar la fuerte onda negativa
que supones que puede haber y puede perjudicarte es colocar un poco de
vinagre con agua sobre una mesa de madera en el ambiente que se perciba
que hay más energía negativa.
Luego se debe colocar un espejo también
sobre la mesa y esparcir por sobre su alrededor un poco de sal. Después
hay que formar triángulo al costado de el espejo con velas y espolvorear
una pizca de sal en cada vela y tres pizcas sobre el espejo, a la vez
que se debe encenderlas. Por último el espejo se debe dejar en un lugar
visible y tirar a sal afuera.