Un puñado de mirra obra.
Un puñado de sándalo citrino.
Un puñado de naranja amarga.
Un puñado de te de Roca (en polvo).
Una cazuela de barro.
Reservamos los carboncillos para quemar los uno cada día de la semana empezando por el lunes y terminando el domingo. Reunir en una masa homogénea los ingredientes y hacer siete montóncitos. Cada noche antes de cenar queramos un montóncito sobre el carbón que habremos depositado en la cazuela de plato de barro cocido. El aroma que desprendera la mezcla, atraera y nos facilitara un mejor estado espiritual. Se recomienda realizarlo una vez al mes, aunque si nos vemos plenos de armonía, podemos espaciar la tomas